Por regla general, para cualquier persona que tenga a su cargo niños y/o adolescentes, es de sumo interés su desempeño académico. Por eso se preocupan y/o disgustan si frecuentemente obtienen malas notas en el colegio. En esta publicación se definirá en qué consiste el «desempeño académico bajo» (DAB), se explicarán brevemente algunas de sus causas más frecuentes, y se sugerirán posibles vías de acción.
¿Qué es el DAB?

El DAB se refiere a la situación del estudiante que presenta un rendimiento académico significativamente inferior al esperado, manifiestado en malas calificaciones y en vacíos de conocimiento en áreas/asignaturas específicas, o en general. Esto puede empezar a presentarse desde el inicio de la escolaridad, o más adelante, siendo más frecuente en la adolescencia (principalmente, en los últimos grados de Secundaria y Media/Bachillerato).
¿A qué se debe el DBA?
En el DAB pueden estar implicados mútiples factores, tanto intrínsecos como extrínsecos; los que se presentan con más frecuencia son los siguientes:
factores intrínsecos

- Problemas emocionales: Debe recordarse que las emociones son el principal condicionante de la conducta. Un estudiante deprimido, estresado, temeroso, con baja autoestima, etc., verá afectadas sus capacidades de atención, concentración, memoria, organización, resolución de problemas e, incluso, su motivación por el estudio.
- Problemas de aprendizaje: a menudo, los niños/adolescentes con DAB tienen problemas de aprendizaje no diagnosticados (Déficit atencional, Trastorno cognitivo, Discapacidad Intelectual, Dislexia, Disgrafía, Discalculia, etc.), y/o hábitos y técnicas de estudio inadecuados. Con frecuencia, detrás de la «pereza» o la «desatención» de un estudiante, lo que hay es la frustración por no ser capaz de aprender.
- Problemas de comportamiento: Para que el proceso de enseñanza-aprendizaje dé buenos frutos, se requiere de un comportamiento que lo favorezca. Si a un niño/adolescente se le dificulta controlar sus impulsos, si es proclive a infringir las normas, si tiene una relación conflictiva con las figuras de autoridad y/o con sus compañeros, si se la pasa «recochando», etc., a menudo se verá involucrado en situaciones en las que no cumple con sus responsabilidades, no presta atención en clases, se evade de estas y/o es suspendido.-
Factores extrínsecos

- Influencias sociales negativas: cuando el niño/adolescente se relaciona con personas (generalmente pares), que lo inducen a conductas que van en detrimento de su rendimiento académico (inasistencia, incumplimiento, indisciplina, etc.), o cuando el entorno social le ofrece «oportunidades» que le parecen más atractivas o más «lucrativas» que las que le ofrece el estudio (dinero rápido, diversión, «adrenalina», reconocimiento, ausencia de límites, etc.).
- Modelos y/o estrategias de enseñanza deficientes: Cuando el sistema educativo de la nación, el modelo pedagógico de la institución y/o la metodología del docente siguen modelos caracterizados por el papel pasivo del estudiante, metodologías rígidas y contenidos estandarizados, de modo que no tienen la capacidad (ni la intencionalidad) de ajustarse para dar respuesta a las variadas particularidades de los niños/adolesccentes.
- Pautas educativas inadecuadas en el hogar: Entre otras posibilidades, cuando la madre, el padre o el cuidador del niño/adolescente muestra poco interés por su desempeño escolar, o no asumen las responsabilidades que les competen con respecto a su proceso educativo, o no le dan importancia al estudio, etc. O cuando, por desinterés hacia el niño/adolescente, por un erróneo concepto de «libertad», o por tener un carácter débil, no le exigen, o no lo corrigen y/o sancionan por sus faltas y/o irresponsabilidades. También cuando, a raíz de experiencias personales de su propia infancia, ven a los docentes y directivos más como enemigos que como «socios» en la misión de educar a los niños/adolescentes.
Lo más frecuente, es que se presenten varios de estos factores, los cuales se van sumando con el paso de los años, haciendo cada vez más difícil la situación del estudiante, no solo agravando su DAB, sino sirviendo como tierra de cultivo o como abono para situaciones más problemáticas (fracaso escolar, situación de calle, delincuencia juvenil, consumo de sustancias, prostitución, etc.).
¿Qué hacer?
Dependiendo de la situación particular de cada niño/adolescente, se va a requerir implementar soluciones diferentes. No obstante, en primera instancia se puede implementar una o varias de las siguientes medidas.

- Dialogue con el niño/adolescente, esfuércese por conocer y comprender qué es lo que está pasando en su vida.
- Dialogue frecuentemente con los maestros del niño/adolescente para estar enterado de su desempeño escolar, y trabaje siempre de la mano con ellos.
- Enseñe al niño/adolescente el respeto a los maestros y compañeros del colegio.
- Fomente en el niño/adolescente hábitos y rutinas de estudio en casa, y acompáñelo cuando hace sus tareas o estudia.
- Consiga a alguien que le dé «refuerzos» en la jornada extraescolar.
- En sus horas libres, pase «tiempo de calidad» con sus niños/adolescentes.
- Procure estar enterado de con qué personas anda su hijo, y oriéntelo con respecto a la elección de las amistades.
- Involucre al niño/adolescente en grupos o instituciones en los que use sanamente su tiempo libre.
- Consulte con un psicólogo para confirmar o descartar la existencia de algún problema psicológico.